viernes, 7 de enero de 2011

¿Donde Estan los Locos?



Cuando cursaba mi noveno grado, leí un libro que se llamaba Locos por Jesús. El libro relata las historias de personas y creyentes que fueron maltratados, perseguidos, torturados y en ocasiones asesinados por decir "Yo amo, yo creo en, yo adoro a Jesús". Existen países específicos donde palabras como estas pueden costarte tu vida o la de tu familia. 

Luego de leer este libro, me percaté que realmente, viviendo en un país con libertad de expresión lo único que tenía que hacer era abrir esta boca perezosa y dejarle saber a otros lo mucho que amaba a Cristo y lo importante que El era en nuestras vidas. Comparado a ellos mi tarea era mucho más fácil y liviana y comparado a Jesús era un bombón de dulce.  Cuando terminé de leer Locos por Jesús me llene de pasión por el evangelio. 

La pasión que se describía en las historias de estos mártires fue algo que comencé a sentir en mi interior y algo que quería compartir con otros. Lamentablemente, a la gente no le gusta escuchar del sufrimiento y cosas dolorosas...es como si creyeran que si no lo quieren leer o ver cambiarían las circunstancias de las cosas. ¿Pero acaso no querer ver la palabra positivo en un examen de VIH evita que este lo sea? No. 

Lo mismo ocurre con los mártires, con NUESTROS hermanos en la FE DE CRISTO. Su dolor debe ser nuestro dolor, 'llorar con los que lloran y reír con los que ríen' somos un cuerpo ENTERO no pedazos divididos por países. Una vez leí el libro intenté compartir esa nueva pasión, por un tiempo me detuve al ver el rechazo. 

Pero luego recordé que esto es más grande que nosotros, no estamos hablando de algo que nos gusta o no; estamos hablando del bienestar y la fortaleza espiritual, física y emocional del cuerpo de Cristo en mi país, en tu país y fuera de estos, en EL MUNDO. (¿Acaso no hemos sido llamados a las naciones?) 

La Voz de los Mártires, trabaja en América y el Oriente para día a día luchar contra las restricciones y la inmensa cantidad de casos de mártires y familias cristianas que se ven afectadas por la opresión del hombre y las leyes de este mundo. Lo que más piden, con ruego y humildad es mucha oración, por el ministerio y por los mártires de otros países. 

Su trabajo día a día se vuelve más difícil y lo que más desean es nuestro apoyo, quizás tu y yo no podamos viajar a socorrer una familia, pero podemos luchar con ellos de rodillas y con ruego. Somos un escuadrón fuerte en esta batalla que nuestros hermanos mártires enfrentan y nuestro papel está de rodillas en el suelo, rogando por su fortaleza espiritual y la de sus familias. 


¿Que esperas? Ora por tus hermanos, únete al ruego, visita  La Voz de Los Martires en Español.

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